lunes, abril 24, 2006

Derek J

Pienso en el tipo de sujetos que digo ver y que me gustan, Derek Jeter, es el tipo que creo que más se parecería mi futuro esposo. Veo gente en la calle, me atraen las pieles claras, sujetos con rizos castaño oscuro o claro, sujetos de ojos grandes y claros: esos son mis imposibles, aquellos a los que solo veo desde lejos por que me atrae su forma etérea, por que hasta cierto punto no son robustos. Y mi beisbolista es demasiado corpulento, y masculino, junto a aquellos que tienen caritas dulces y de porcelana. Son fuertes contrastes, así lo dice mi diseñador grafico interno, y así es como veo que caigo del cielo a la tierra, veo rostros típicos de ángeles, pero, en el interior lo que veo al final es el ángel que se esconde en el humano, en el ser de carne y hueso, en ese que sufre y se retuerce de alegría a cada paso que sigue en su propia senda; en ese camino que se ha propuesto seguir sea lleno de tristezas o alegrías, la vida con sus altas y bajas, la vida con su camino no marcado, una gran cantidad de marcas que no sabes si hacerles o no caso. Sigo viendo rostros de ángeles, yo no soy uno de esos, pero más que nada es por el simple hecho de que prefiero ser la que se divierte a ser una mártir que suban a su podio. No soy un ángel, no soy un demonio, solo soy un ser humano, y no pienso recoger a nadie, yo no necesito andar recogiendo gente que detenga mi camino, yo quiero a alguien que pueda ir a mi ritmo, no quiero un lastre que me jale al vació y que detenga mis pasos…

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